jueves, 29 de mayo de 2008

contextualizados psíquica, cultural, social y políticamente. Los discursos tradicionales utilizan la habitualmente la polifonía y la intertextualidad como estrategias propias. Finalmente la lectura es un fenómeno de colaboración semiótica, un nexo entre autor y lector, un medio para llegar a la comunicación. El sistema literario está integrado por sectores que hacen posible la realidad de la lectura de un texto, conectando al autor con el lector último. Históricamente cada innovación tecnológica en el campo literario ha modificado el sistema drásticamente, y así el concepto mismo de los textos. Desde las láminas de arcilla o cera y las estecas en babilonia, o el papel y la pluma que hicieron perdurable un evento efímero como la transmisión de la tradición oral. Desde la imprenta que multiplicó enormemente la disponibilidad de textos y quitó el carácter único, personal y elitista de cada copia manuscrita, o la máquina de escribir que llevó la posibilidades de la imprenta a la esfera individual de cada autor. Siempre se alzaron voces reaccionarias amparándose en romanticismos absurdos, negando el carácter artístico de los discursos ejecutados con tecnología innovadora. Y es que los centros de poder se benefician con la ignorancia y la alta especialización de la información, con la restricción de su distribución y el acceso que a ella se tenga, de una forma u otra. El sector creativo literario comete un craso error al confundir el factor tecnológico de la escritura con el factor creativo, cuando son dos cosas bien diferenciadas. Como el hipertexto "deshumaniza" en cierta forma la comunicación genera miedo al reemplazo del autor por un proceso automático. Lo cierto es que el hipertexto aumenta la autonomía productiva, desde las herramientas de edición digital, el incremento de la producción de textos (aunque no necesariamente de la calidad de los mismos), y la sustitución de la condición de escritor rechazado por las editoriales, a escritor "poco leído". El hipermedio permite explotar ciertas posibilidades textuales que los escritos tradicionales dejan de lado, como la rítmica de la escritura, la expresividad acústica de una voz recitando, y la interconexión multihilos dinámica. El sector de producción editorial puede tener reacciones diversas ante la aparición de las nuevas tecnologías hipermediales. Dado que la inmensa mayoría de las editoriales son empresas comerciales, cuyo único fin, lejos de la cultura, es ganar dinero este sector puede asimilar o rechazar el hipertexto en función de la consolidación y la conveniencia de nuevos mercados. Las ediciones electrónicas de los libros permiten emitir tiradas críticas lo que redunda en el ahorro de papel, por ende de espacio y dinero, también hace posible la modalidad de impresión bajo demanda (mediante una suscripción). Los libros electrónicos nunca se agotan. Por otro lado en un medio tan complejo e incontrolable como las redes de información se hace imposible ejercer un efectivo control de copia. Los sectores dedicados a la distribución literaria tienden a desaparecer conllevando una disminución del precio final de los libros. Al eliminarse el factor de distancia física entre el ejemplar del libro ya editado y el lector las librerías tenderán a especializarse tanto en las temáticas como en el público al que apunten para adaptarse a estos nuevos cambios. Dentro del sector de los lectores los más beneficiados son los escolares y académicos que podrán echar mano a optimizados medios pedagógicos, y

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