jueves, 29 de mayo de 2008

velocidad para generar y distribuir textos especializados que suelen tener vigencia por corto tiempo.
Ciertamente el uso y manejo de este sistema permite una descentralización de los discursos, y una democratización de la información. Brinda el poder de producir y distribuir de forma autónoma y libre la literatura y el arte en general. Pone de manifiesto la necesidad de nuevas mentes capaces de construir textos cartográficos, y nuevas mentes capaces de navegar estos mapas conceptuales de forma creativa. Son una forma práctica de promocionar la libertad, y de generar un nuevo tipo de arte comunitario y lúdico, difuminando las fronteras entre lo cotidiano y lo artístico de forma participativa.El talón de Aquiles de esta realidad es que el hipertexto se manifiesta gracias a un hiperespacio físico y tecnológico. Casi cualquier autor puede hoy acceder rápidamente a una computadora personal con el software necesario para producir, leer y acceder hipertexto, pero las redes de fibra óptica que circunvalan el globo varios cientos de veces, los enlaces satelitales que salvan miles de kilómetros en un segundo, los poderosos servidores que alojan los hiperdocumentos están ciertamente fuera del alcance del usuario medio. Igualmente con los conocimientos técnicos necesarios para poder gestionar íntegramente un hiperespacio autónomo.El empleo de las tecnologías de comunicación implica el cumplimiento de ciertas premisas políticas. Hay que atender al cambio de los protocolos de comunicación conocidos, usados, acatados, discutidos o desobedecidos, y a la posición de los discursos de poder y a las instituciones que los detentan.

El hipertexto no deja de ser una manifestación de la búsqueda de un lenguaje común que acelere y optimice la comunicación, impulsada por el interés económico de la industria y por el afán de concentrar enormes cantidades de información relevante para tomar decisiones corporativas.Los sistemas hipermediales buscan trasladar el mundo a la Red, un ciberespacio de tiempo congelado. Tras la polimorfia, la multisecuencialidad y la interactividad del mundo virtualizado se esconde una peligrosa uniformidad semiótica que aspira a colonizar discursos culturales regionales, borrando distancias geográficas e históricas en beneficio de un mercado masivo, ávido de espectáculo, rapidez, diversión y superficialidad. El hipertexto puede ocultar el contexto y la historia de las lexias, borrar su procedencia o acomodarla caprichosamente, lo que resulta muy peligroso en lexias de contenido discursivo teórico o crítico. Puede ser una herramienta para que las instituciones que detentan el poder de la información adapten ideas individuales a sus propios fines.La descentralización del poder de la información y los discursos tiene que ver menos con el hipertexto que con el hecho de que los enlaces y el contenido de las lexias están trazados a priori, puesto que con la excepción de una pequeña minoría ilustrada en los procesos de gestión hipertextual y el ambiente que le es propio, el usuario medio solo consume la información que encuentra en la red, no genera nuevos bloques de contenido ni nuevos enlaces entre los mismos
Esta comunicación se propone valorizar las formas de comunicación que las nuevas tecnologías nos aportan, deteniéndonos en los cambios que en la

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