jueves, 5 de junio de 2008

En general los libros del Antiguo Testamento y las partes que los componen pueden clasificarse como narraciones, obras poéticas, escritos proféticos, códices legales o apocalipsis. En su mayoría, se trata de categorías amplias que incluyen diversos tipos o géneros diferentes de literatura y tradiciones orales. Ninguna de estas categorías se limita al Antiguo Testamento, ya que puede hallarse en otras literaturas antiguas, en especial la del Oriente Próximo. Sin embargo, es necesario subrayar que algunos estilos no quedaron al fin incluidos en el Antiguo Testamento. Las cartas o epístolas, tan importantes en el Nuevo Testamento, no se encuentran en el Antiguo en forma de libros separados (a excepción de la Carta de Jeremías en algunas tradiciones manuscritas). No es posible hallar tampoco autobiografías, dramas ni sátiras. Sorprende de una forma especial el hecho de que la mayor parte de los libros del Antiguo Testamento contiene varios géneros literarios. Por ejemplo, el Éxodo incluye narraciones, leyes y poesía; la mayoría de los libros proféticos incorporan narraciones y poesía, además de los géneros proféticos como tales.

Actualmente, el libro de viajes se confunde muchas veces con el reportaje periodístico o el libro memorialista de impresiones personales que un autor da sobre un lugar, generalmente resaltando aquello que tiene de diferente con respecto a su lugar de origen. Así hay que entender los libros de Julio Camba sobre muchas de las ciudades europeas en las que residió, o los de Paul Bowles sobre Marruecos y África, e incluso los trabajos de Elias Canetti, que en el fondo son estudios antropológicos. Una experiencia interesante, porque vincula la tradición con un enfoque lírico-narrativo, es la obra del escritor italiano Italo Calvino titulada Las ciudades invisibles (1972). En la línea propia del género fantástico y de un autor como Henri Michaux, Calvino construye un itinerario por ciudades imaginarias partiendo del pretexto histórico de los viajes de Marco Polo.

Habría que considerar dentro de los libros de viajes las narraciones de ciencia ficción, que no sólo introducen un nuevo espacio (estrellas, planetas, viajes a través del tiempo, mundos remotos e inexistentes) sino también anticipan deseos o proyectos que, tarde o temprano, se cumplen históricamente.

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