viernes, 13 de junio de 2008

PROPUESTA DEL SEMILLERO Y CONVOCATORIA

REFLEXIÓN

Mi escuela es un lugar donde voy todo el día cargado de ilusión y expectativas para compartir con los alumnos mis experiencias y que ellos compartan las suyas conmigo. Esas paredes, ese local donde nos reunimos día tras día, son mucho más que eso; es el lugar donde se encuentra albergadas emociones, tristezas, alegrías, sentimientos y pasiones que vivimos bajo este techo. Es aquí a menudo busco soluciones a los problemas que se presentan en mi labor y cuando las encuentro me siento feliz, pero cuando no, me entristezco profundamente.

La escuela es como el ropaje que cubre el sinnúmero de situaciones que solo alumnos y maestros puede originar en un día una hora, y un minuto de la vida escolar el cariño y el cuidado de este ropaje es comparable es que le brinda aun querido y noble, de testigo mudo de las actividades desencadenadas por el deseo de aprender y la vocación de transmitir y de orientar a los niño. Es aquí donde sus latentes actitudes se van descubriendo al paso de las pinceladas de amor, confianza y comprensión; es aquel donde, al vivir tantas situaciones, relaciones y ambiciones, ellos van modelando su propia existencia sus valores y actitudes frente a la vida.

Cada huellas de sus paredes es prueva de que aquí hay manos sensibles que trabajan y plasman su expresión que brota con sencillez y espontaneidad. Unas paredes sin un escrito, sin una mancha, son símbolos de pulcritud y limpieza, pero también son el símbolo de que dentro no habitan niños y inquietos, vivaces, capaces demostrar sus sentimientos, con su inocencia de sus primeros años sumado a la emoción de escribir su nombre a primera vez ya se escribir el nombre, en la pared, lo hice y lo pinte mírelo.
EL MURAL

1 comentario:

CARLOS ARTURO GAMBOA dijo...

Albeiro:

Encuentro un buen ejericio de cosntrucción del Portafolio Virtual, pero no encuentro evidencia d ealgunos productos como el cuadro comparativo...